MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Las chicas no están solas en la obsesión por el cuerpo. Datos de un nuevo trabajo publicado en 'Journal of Adolescent Health' ponen en evidencia que la imagen corporal también 'come' la moral de los chicos.
Y más grave es aún que aquellos o aquellas que se sienten gordos, aunque no lo sean, o tienen un sobrepeso real, cuentan con más riesgo de suicidio. Monica Swahn, del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Georgia (EEUU) y directora del estudio, comenta a elmundo.es que "mientras la sociedad y las publicaciones tienden a enfocar las cuestiones del peso hacia las chicas, nuestro ensayo muestra que es también motivo de gran preocupación en los varones. Aunque los más destacable es que el exceso de kilos constituya un motivo para querer dejar de vivir".
El hallazgo debería, por tanto, provocar la reflexión de los especialistas, máxime cuando cada día aumenta el número de niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad. "Los datos respaldan los obtenidos en otros ensayos previos y sacan a la luz la necesidad no sólo de controlar el exceso de kilos en la población infanto juvenil sino, también, de extremar la vigilancia de los menores obesos y de los que se sienten con exceso de peso, aunque sea irreal", puntualiza.
Partiendo de la investigación 'Comportamientos de Riesgo en Jóvenes 2007', los autores analizaron los datos proporcionados por más de 14.000 estudiantes de instituto. "Nuestros resultados representan a la juventud de EEUU por el tamaño de la muestra y porque el ensayo se ha realizado a escala nacional", insiste Swahn".
El ensayo, además de proporcionar información obre consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, revela qué porcentaje de participantes está deprimido, cuáles tienen sobrepeso real y quienes creen que lo poseen, aunque sea mentira. Asimismo, indica cuántos han tenido intentos de suicidio en los pasados 12 meses.
Imagen distorsionada de uno mismo
Entre los datos destaca que el 61% se describió asimismo sin sobrepeso y la medición de Índice de Masa Corporal (IMC) indicó que efectivamente no lo tenían. Por el contrario, un 8% creía estar delgado, pero realmente le sobraban kilos. El 11% de los estudiantes aseguró que tenían exceso de peso, pero no era cierto.
"Nuestro análisis confirma una fuerte asociación entre intentos suicidas y la creencia de sentirse con exceso de peso, aunque sea una percepción irreal en comparación con los que no tienen esta sensación. Lo mismo sucede con los que se sienten obesos y lo son realidad. Estos chicos y chicas son los que más posibilidades tienen de quitarse la vida", rezan las conclusiones del estudio.
"Basándome en estudios previos así como en lo que podemos observar a diario, las influencias sociales juegan un papel fundamental en el peso y en la apariencia. Desafortunadamente, nuestra sociedad está muy focalizada a la belleza y particularmente al peso. Los intentos suicidas y los suicidios consumados son un enorme peaje para toda la sociedad. Por eso, los estudios que puedan ayudar a entender mejor los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de que los jóvenes acaben con sus vidas tienen una importancia crítica", recalca la doctora estadounidense.
Defiende además que se "proporcionen los servicios que requieren los adolescentes para poder poner en práctica la prevención del suicidio. Una de las asignaturas pendientes de este país", agrega.