¡JAQUE MATE!

jueves, 18 de junio de 2009


Por Ephraim Rivera



EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Cuando en defensa de una reforma inmigratoria justa y digna para la comunidad indocumentada CONLAMIC saco la cara y planteo la propuesta del boicot al próximo Censo Nacional, hubo dos reacciones a la misma. Por un lado, algunos la tildaron de idea absurda y disparate estratégico, proposición descabellada y chifladura descomunal y aberrada.


Y por otro lado, otros asumieron una actitud de menosprecio, indiferencia y desestimación considerando que tal propuesta era insensata, trivial y carente de peso. Dicho sector daba por sentado que el boicot propuesto no tendría eco ni valía para resistir la confrontación en el foro de la opinión pública y la argumentación y cuestionamiento en el escenario mediático.

De modo, que llovieron los insultos, la diatriba, la mofa y la ofensa, al considerar algunos que quienes lideran en CONLAMIC, somos una partida de incapaces, ineptos e incompetentes como para ser tomados en serio. No era para menos, pues la postura del presidente Rev. Miguel Rivera y el Comité Ejecutivo de CONLAMIC, ha resultado desconcertante e intranquilizadora por su naturaleza radical, categórica y contundente. Es una propuesta sin medias tintas ni componendas o contubernios. Y así ha sido el mensaje de CONLAMIC a través de su portavoz el Rev. Miguel Rivera en sus múltiples comparecencias por invitación de los medios masivos de la nación.

CONLAMIC puso su ficha sobre el tablero y con determinación y firmeza ha reclamado: ¡vamos al grano! Y el resultado es que en este momento sobre el tablero de juego de la política pública la propuesta de CONLAMIC constituye un JAQUE MATE en torno a la vinculación existente entre la reforma inmigratoria y el Censo nacional.

De manera que, a los que saben jugar política y los líderes que reclaman representar los intereses de la familia y comunidad indocumentada se les plantea un serio dilema: contarlos sin que cuenten por carecer de valor legal, o legalizarlos para ser contados con valor real. Se me ocurre preguntar: ¿cuánto vale la comunidad indocumentada en el mercado político? En ese valor estimado, ¿que pesa mas, lo cuantitativo o lo cualitativo? ¿Qué tanto significa para el proceso y resultados del Censo nacional los supuestos doce millones de indocumentados? Sin duda, la cifra financiera es astronómica, descomunal. Entonces, ¿por que si sirven y si valen, para contabilizarlos y engordar fondos a los que no tienen derecho de beneficio alguno, son tratados como delincuentes? Este trato no solo es mísero y cruel, sino que es inmoral e inhumano.

“Esa gente”, como suelen llamarla algunos, trabaja en las labores que los legales no quieren hacer, y en todo caso no necesitan hacer porque gozan de sus beneficios; sudan la tierra con esfuerzo y tesón; pagan sus impuestos y dan vida económica al condado, la ciudad y el estado; pero no cuentan para los beneficios por ser indocumentados. Y aunque están en el limbo de la incertidumbre extranjera y la oscuridad de la indocumentación, los necesitamos como número, como figura cuantitativa porque al contarlos le sacaremos mucho mas provecho financiero. Es decir, que el reclamo por el indocumentado censado no deja de ser una artimaña y maquinación que le expone más y lo hace más vulnerable al proceso de represión inmigratoria con el saldo de orfandad infantil, familias desmembradas; y la mutilación y represión del potencial de toda una comunidad luchadora y trabajadora.

Si hay una razón lógica y sensata para que el indocumentado se niegue a ser contado, es; que la vergüenza y dignidad no pueden ser compradas con dinero y ofertas. Se trata del respeto a la integridad personal de un ser humano que aspira a vivir con decencia moral y responsabilidad social en una sociedad norteamericana posmoderna que se beneficiara de su laboriosidad y aportación ciudadana.


Y aquí entra en juego la responsabilidad espiritual, moral, social y profética de la Iglesia Latina. Sí, de eso se trata, porque esta es una coyuntura profética que la Pastoral evangélica latina e hispana no debe ignorar ni eludir. Mucho mas de los alegados doce millones de indocumentados están en el propósito soberano de Dios y providencialmente han sido preservados para ser campo de acción misionera y cosecha evangelística. Estamos siendo llevados en el acontecer profético a una transición histórica y dinámica sin precedentes que implica confrontación y batalla espiritual. La población indocumentada de mexicanos constituye el porcentaje más alto de la comunidad inmigrante por razones obvias. Ese sector sometido bajo el principado de idolatría religiosa y opresión espiritual constituye el desafío mayor para la Iglesia y la pastoral. La reforma inmigratoria integral, no tan solo es instrumento para sacarlos de la oscuridad de desasosiego e inseguridad que les agobia, sino que también propiciará una revolución espiritual de liberación y transformación de dimensiones impredecibles. Y para este momento Iglesia y Pastor son instrumentales para la acción.

Como pastor de almas y agente del Reino de Dios, la naturaleza de tu vocación y llamado no te da opciones en esta contingencia profética e histórica. Estamos de frente a un reto que demanda valentía y firmeza. Como un lider espiritual de vanguardia debes identificarte con la mentalidad de un Mardoqueo, que no se esconde, que tampoco se repliega, ni mucho menos se acobarda ante la magnitud de la situación. El lider espiritual de avanzada sabe por qué y para qué Dios lo ha puesto donde está, y se niega a ser solo espectador pasivo o uno más que sigue la corriente para no complicarse su vida personal. Un lider espiritual visionario conoce el tiempo de Dios, anticipa el momento profético y tiene claro su compromiso con la acción del Reino de Dios y su justicia. El Espíritu Santo hoy te emplaza con la amonestación de Pablo a Timoteo: cumple tu ministerio. Y tu ministerio es mucho más que tu púlpito y oficina, es mucho más que los límites de tu pequeña grey y tu sector geográfico, y es mucho más que tu grupo o asociación. La Viña del Señor es tu campo de acción, mucho mas amplio y abarcador; y ahí están incluidos los indocumentados por los cuales también Cristo murió.