Educar a los más jóvenes para evitar un futuro cáncer de piel

martes, 9 de junio de 2009


MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) En 2010, uno de cada 50 niños que nazca padecerá, al menos, un melanoma a lo largo de su vida, según expertos de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Teniendo en cuenta que el 80% del daño solar se produce antes de los 18 años, la educación a estas edades es fundamental para prevenir el cáncer de piel y aprender a detectarlo a tiempo.


Para ello, año tras año, las campañas europeas lanzan continuos mensajes que subrayan la necesidad de una fotoprotección adecuada, la autoexploración y la visita anual al dermatólogo. Después de 10 años de intensas campañas a nivel europeo (Euromelanoma), algunos conceptos empiezan a consolidarse. Por ejemplo, no es una novedad que las radiaciones solares son dañinas tanto en invierno como en verano.
Sin embargo, ¿cuántas personas saben que para que los fotoprotectores cumplan su función se requiere usar dos miligramos por centímetro cuadrado, lo que equivale a un tercio del bote por persona y aplicación?
"A razón de 20 euros por bote, una pareja que siga esta recomendación a rajatabla (es decir, entre dos y tres aplicaciones diarias) tendría que gastarse más de 400 euros en una semana de vacaciones en la playa. Esta normativa es prácticamente imposible de llevar a cabo", reconoce Eduardo Nagore Enguídanos, jefe clínico del Instituto Valenciano de Oncología.
Para compensar, explica el especialista, es importante seguir otras medidas más conocidas, como evitar tomar el sol durante las horas centrales del día (de 12 a 16 horas) y utilizar prendas protectoras.
Tan importante es conocer las normas de prevención y detección precoz como concienciarse y ponerlas en práctica. Éste es el objetivo, cada año, de la campaña del Día del Euromelanoma. En esta ocasión, su lema es: 'El cáncer de piel se cura si se detecta a tiempo'. De hecho, en las fases iniciales se puede curar el 100% de los casos, mientras que si su estado es más avanzado, las posibilidades se reducen al 1%.


Programa pionero en España
A través de campañas, formación escolar, el ejemplo de los familiares... El objetivo es que los niños y los adolescentes se conciencien de que el daño solar es acumulativo y que las quemaduras solares que se presenten durante estos años constituyen uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar cáncer de piel en el futuro.
¿Realmente están concienciados? ¿Conocen su fototipo de piel? ¿Saben qué es el factor de protección solar y cuál les corresponde? ¿Utilizan el adecuado? El doctor Nagore Enguídanos y sus colegas han puesto en marcha un proyecto piloto en un colegio de Valencia para comprobar que, "pese al alto nivel cultural, todavía existen muchas lagunas en el conocimiento de las medidas preventivas". Por ejemplo, poco más de la mitad se aplicaba un fotoprotector 20 minutos antes de la exposición.
Desde el año 2000, la Comunidad de Aragón cuenta con 'Solsano', un programa de salud para prevenir el cáncer cutáneo dirigido a los más pequeños. Se trata de una iniciativa pionera y única en España a nivel regional y que, al parecer, está dando buenos resultados. Consiste en dos unidades didácticas, una para alumnos entre los seis y los ocho años y otra para aquellos cuyas edades oscilan entre los 10 y los 12. Los profesores explican y realizan actividades (sopa de letras, encontrar las diferencias...) sobre los diferentes tipos de piel, cómo se produce la melanina, los efectos de las radiaciones ultravioletas, la capa de ozono y las medidas de fotoprotección que deben incluir en su rutina diaria.
Los niños rellenaban una encuesta antes y después de las clases a partir de la cual, el año pasado, se desarrolló un estudio que publicó 'Health Promotion'. Según los resultados, "observamos que con el programa, los niños mejoraban sus hábitos, conocían su fototipo y sabían que nunca debían utilizar un fotoprotector menor de 15", concluye Yolanda Gilaberte, dermatóloga del Hospital de San Jorge de Huesca y coordinadora del programa Solsano para la promoción de la Salud de la Comunidad de Aragón.
Comparando los datos de las quemaduras ocurridas durante el verano posterior a las unidades didácticas y de las acontecidas el año anterior, se observó una reducción de un 20%. "Antes, aunque el 90% de los niños se aplicaba protector solar, no lo hacían correctamente y tampoco utilizaban otras medidas importantes como el gorro, camisetas mientras jugaban al aire libre...", añade la especialista.
La doctora Gilaberte está preparando otro artículo basado en un estudio sobre el conocimiento que tienen los niños de los efectos positivos y negativos del sol. "Muy pocos hablan de cáncer, aunque todos tienen muy claro que las radiaciones producen quemaduras solares. Es importante que, además, sepan que da energía, es bueno para los huesos, da vida y ánimo... Teniendo sentido común y no buscando un bronceado, estar al aire libre es estupendo".


El peligro de la adolescencia
Después, cuando se convierten en adolescentes, existe un problema añadido que dificulta la labor preventiva. Se trata de la moda del bronceado y el papel de las lámparas ultravioleta. No sólo las utilizan con un fin estético, todavía se cree que este tipo de cabinas prepara la piel para no quemarse con las radiaciones solares del verano.
"Muchos estudios confirman que esto es un error. No sólo no protegen sino que potencian las posibilidades de quemarse. Se ha demostrado que son un factor de riesgo para el desarrollo de melanomas, especialmente cuando se usan antes de los 20 años. Estas cabinas deberían estar prohibidas en la adolescencia", señala el especialista.
Las medidas de fotoprotección son importantes a todas las edades y para toda la población, pero especialmente antes de los 20 años y en aquellas personas que tengan múltiples lunares, quemaduras solares y una piel sensible (fototipo I, II, y III), que su trabajo implique exposición solar, con antecedentes familiares... Cuantos más factores de riesgo tenga un individuo, mayor probabilidad tendrá de desarrollar un melanoma.