MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) "Tiene usted diabetes". Aunque han pasado 25 años desde aquel diagnóstico, a José Antonio Martínez Piña no se le ha olvidado el vacío en el estómago que aquel día le dejaron las palabras de su médico. "Sentí muchísimo miedo. Apenas sabía lo que era, así que lo primero que pensé fue que me iba a morir", recuerda.
La sensación se le quedó metida en el cuerpo unos cuantos meses. "Antes las cosas eran muy distintas. Nadie te daba información, nadie te explicaba nada", comenta. Por eso, cuando alguien llega con esa incertidumbre en los ojos a la Asociación de Diabéticos que preside en Alcalá de Henares (Madrid), no duda en remitirle a un educador en diabetes.
"Para mí, que tardé en conocerlo, supuso un antes y un después. Siempre lo recomiendo, porque resuelve las dudas y tranquiliza mucho", comenta José Antonio, que sigue consultando periódicamente a la suya.
"La información es muy importante porque con la diabetes hay que saber vivir. Es fundamental aprender a ser su amigo y no su esclavo", remarca.
'Ser tu propio médico'
María Ángeles Álvarez sabe mucho de este aprendizaje. En sus 15 años trabajando como educadora en la Unidad de Diabetes Pediátrica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha enseñado a muchos niños a convivir con la enfermedad sin problemas. "Intentamos que el paciente sea casi su propio médico, que sea exigente con el control de su trastorno", comenta María Ángeles, que está encantada con una profesión que asumió casi por casualidad.
"Trabajaba en urgencias y, cuando me trasladaron a este servicio tuve que formarme. Ahora no lo cambio por nada porque es muy gratificante; ves lo que ayuda a la gente", apunta.
Esta enfermera también subraya la importancia de la información. "Sería necesario que hubiera más unidades especializadas como la nuestra y que los educadores estuvieran más disponibles", comenta esta especialista que, pese a trabajar en Madrid, recibe a pacientes de Galicia, Asturias o Extremadura, entre otras comunidades.
'Entienda la diabetes y tome el control' es precisamente el eslogan elegido por la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud para el Día Mundial de la Diabetes 2009, que se celebra este sábado 14 de noviembre en todo el planeta. Uno de los objetivos de esta conmemoración es remarcar la importancia de la educación y hacer un llamamiento a todos los Gobiernos para que pongan en marcha estrategias y políticas efectivas para la prevención y el control de la diabetes.