Los niños obesos muestran signos de futura enfermedad cardiovascular

lunes, 1 de marzo de 2010


MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) El 14% de los menores estadounidenses entre dos y cinco años tiene sobrepeso, y no son los únicos. Los niños que hoy son obesos podrían convertirse en el futuro en millones de enfermos del corazón debido a los efectos que el exceso de grasa provoca en el organismo. Un trabajo publicado en 'Pediatrics señala que a la temprana edad de tres años, muchos de ellos tienen ya marcadores de riesgo cardiovascular.


"Estos resultados han sido toda una sorpresa", explica Asheley Cockrell Skinner, autora principal del estudio y profesora de Pediatría de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU). "Estamos viendo una relación entre el peso y la elevación de los marcadores de inflamación mucho antes de lo que esperábamos".
Se sabe desde hace años que existe una asociación entre la obesidad e inflamación. Este proceso fisiológico, cuando se prolonga en el tiempo, aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular al interferir con los niveles de HDL, el endotelio, la aterogénesis (formación de placas de ateroma en las paredes de los vasos), etc.
El peligroso triángulo obesidad-inflamación-riesgo cardiovascular se ha demostrado en los adultos y sugerido en los niños. De confirmarse la presencia de un proceso inflamatorio en los menores con sobrepeso, las consecuencias para la salud pública serían importantes ya que "podría incrementar las posibilidades de sufrir daño vascular a largo plazo", indica el artículo.
Cockrell y sus colegas analizaron los niveles de tres marcadores inflamatorios –entre ellos la proteína C reactiva (PCR)- en más de 16.000 niños entre uno y 17 años y los correlacionaron con su índice de masa corporal. Un 70% tenía un peso saludable, un 15% tenía sobrepeso, un 11% era obeso y un 3,5%, gravemente obeso.
Entre los menores de tres a cinco años que pertenecían a este último grupo, el 42,5% tenía niveles elevados de proteína C reactiva, comparado con el 17% de los que estaban en un peso adecuado. Los niveles de los otros dos marcadores (recuento total de neutrófilos y ferritina) también estaban aumentados en los sujetos con obesidad, aunque este crecimiento se observó a edades algo más avanzadas (nueve y seis años). La situación de los adolescentes era aún peor. El 83% de los obesos entre 15 y 17 años tenía la PCR elevada, frente al 18% de los sanos.
Aunque "no hemos podido dilucidar qué lo que aparece primero, una de las teorías es que la obesidad provoca la inflamación y ésta a su vez da lugar más adelante a la enfermedad del corazón de los vasos", señala Eliana Perin, otra de las autoras.
Si estos procesos se confirman, "la inflamación podría transformar la actual epidemia de obesidad infantil en una futura epidemia de morbilidad y mortalidad cardiovascular en adultos, justificando más aún los esfuerzos para la prevención temprana de la obesidad", concluye el trabajo.