MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Las personas expuestas a altos niveles de colesterol LDL ('el malo') durante muchos años, como los que padecen hipercolesterolemia familiar, tienen más riesgo de presentar deterioro cognitivo leve: pérdida de memoria y alteraciones del lenguaje, la atención o el estado del ánimo.
Así lo demuestra un estudio español que aparece publicado en 'The American Journal of Medicine'.
"Todo lo que es malo para el corazón también lo es para el cerebro", explica a Pedro Mata, presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar y uno de los firmantes de la investigación, en la que también han participado el Hospital Clínic de Barcelona y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, entre otros.
Como indican los autores, es la primera vez que un trabajo encuentra una relación positiva entre los niveles elevados de LDL de las personas con el citado trastorno genético y el deterioro cognitivo leve, que es una fase previa a la demencia y al mal de Alzheimer.
Durante cinco años, los especialistas estudiaron a 47 pacientes con hipercolesterolemia familiar y a 70 personas sanas (que formaron el grupo control). Todos ellos eran mayores de 50 años y no presentaban otros trastornos de riesgo vascular, como la diabetes mellitus o la hipertensión.
"Todo lo que es malo para el corazón también lo es para el cerebro", explica a Pedro Mata, presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar y uno de los firmantes de la investigación, en la que también han participado el Hospital Clínic de Barcelona y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, entre otros.
Como indican los autores, es la primera vez que un trabajo encuentra una relación positiva entre los niveles elevados de LDL de las personas con el citado trastorno genético y el deterioro cognitivo leve, que es una fase previa a la demencia y al mal de Alzheimer.
Durante cinco años, los especialistas estudiaron a 47 pacientes con hipercolesterolemia familiar y a 70 personas sanas (que formaron el grupo control). Todos ellos eran mayores de 50 años y no presentaban otros trastornos de riesgo vascular, como la diabetes mellitus o la hipertensión.
Un riesgo siete veces mayor
Tras el seguimiento, se vio que los que presentaban la enfermedad genética, además del ya conocido impacto cardiovascular, fueron más propensas a contar con un deterioro cognitivo. Un 21,3% mostró indicios de estas anomalías mentales, frente al 2,9% del grupo control.
A la hora de identificar esta afectación, las quejas de falta de memoria, por los propios pacientes, resultaron muy indicativas. "Su presencia clínica [...] parece ser un importante marcador del declive cognitivo", resalta el documento.
Como posibles explicaciones de esta asociación, los investigadores recalcan el hecho de que los sujetos con hipercolesterolemia familiar presentan altos niveles de LDL a lo largo de toda su vida, con los riesgos consecuentes. "Antes, en la década de los 90, al no haber un tratamiento eficaz, estas personas morían de forma prematura por un problema cardiovascular y parece que no les daba tiempo a desarrollar el trastorno cognitivo", indica Mata.
Otro de los nexos de unión podría ser la alteración en los receptores de LDL, que presentaron un 50% de los participantes con hipercolesterolemia. La evidencia muestra que éstos se han visto implicados "en el mantenimiento sináptico y en la patogénesis del mal de Alzheimer".
"Es cierto que partimos de una muestra muy pequeña, y que es necesario que los resultados se repliquen, pero los datos son impresionantes ya que indican un riesgo siete veces mayor", reconoce el presidente de la mencionada fundación.
Como él mismo concluye, lo más importante de este trabajo tiene que ver con la posibilidad de definir estrategias de prevención del deterioro cognitivo y de su posible evolución en una demencia.