Los médicos de familia diagnostican sólo la mitad de los casos de depresión

miércoles, 29 de julio de 2009


MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Distinguir a los pacientes con depresión en las consultas de Atención Primaria sigue siendo una tarea difícil, según confirma un estudio publicado esta semana en la revista 'The Lancet'. Por exceso o por defecto, a veces se detectan falsos positivos y otras no se identifica el trastorno. El caso es que los médicos generales sólo diagnostican la mitad de los casos y apenas el 15% se trata.


Así lo demuestra un meta-análisis de más de 50.000 pacientes procedentes de 10 países, realizado por un equipo de investigadores del Hospital General de Leicester (Inglaterra, Reino Unido), liderado por Alex Mitchell.
A veces se diagnostica por exceso, porque "muchos falsos positivos se relacionan con otros desórdenes tales como la ansiedad o el estrés y los médicos pueden sobrevalorar estos indicadores", señalan los autores del estudio.
"En algunos casos son problemas de la vida cotidiana, dificultades de adaptación que causan ansiedad. Los pacientes duermen peor, comen menos... Pero no estamos delante de una depresión, que requiere una merma en la calidad de vida y mayor intensidad de los síntomas en el tiempo", explica José Ángel Arbesú, coordinador del grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
En otras ocasiones, el médico no logra identificar este trastorno en una persona que lo padece, ya que puede tratarse de una depresión moderada y probablemente imperceptible. Además, como "la mayoría de los afectados que acuden al médico tiene síntomas físicos, éstos captan toda la atención del profesional, quedando en el olvido la parte mental", según explican los expertos. "Los casos más severos de depresión son los que se detectan con mayor facilidad", añaden.
Los pacientes le quitan importancia
A esto se une que algunos de los propios afectados le quitan importancia a sus síntomas y no los exteriorizan, por lo que el paciente sale de la consulta sin el diagnóstico correcto. Muchos de ellos son reacios a los fármacos antidepresivos, por ser 'adictivos'", indica Peter Tyrer, del departamento de Medicina Psicológica, del Colegio Imperial de Londres.
No hay que olvidar que otro de los factores que lleva al error de diagnóstico es el tiempo. El doctor Arbesú subraya que "es la mayor dificultad en la organización de nuestras consultas. Tenemos muy poco tiempo para hacer la entrevista clínica, que es la única herramienta de diagnóstico de la depresión. En cinco o seis minutos es muy difícil hacerlo".
Según los resultados que se extraen del trabajo de Alex Mitxell, si a nivel nacional el 78% de la población acude al médico de cabecera una vez al año, aproximadamente, el 12% sufre depresión. Del 66% restante, algo más de un 12% tiene el riesgo de ser incorrectamente diagnosticado con esta alteración psiquiátrica.


Sugieren una segunda consulta
Para evitar estos fallos, los autores del estudio apuestan por una segunda consulta en Atención Primaria cuando exista sospecha de depresión. "Si los médicos evaluaran a estas personas una vez más, reduciríamos los errores de diagnóstico. De hecho, calculamos que la detección de este trastorno mental mejoraría en un 90%".
"Varias visitas al médico de familia son fundamentales para evitar el infradiagnóstico y el infratratamiento y, por supuesto, para hacer un seguimiento del paciente, preguntarle cómo está y cómo le va la medicación", apunta el coordinador del Grupo de Salud Mental de Semergen.
En España, desde hace unos cinco años, "se está mejorando mucho la formación de los médicos de Primaria en Salud Mental. Se están realizando talleres, congresos, actividades y jornadas entre Semergen y la Sociedad Española de Psiquiatría", expone José Ángel Arbesú, quien explica que en la actualidad, "en la primera consulta hacemos dos o tres preguntas clave. Si son positivas, intentamos citarle una segunda vez para realizar una entrevista más extensa".
Ante todo, los investigadores insisten en que "estos resultados no deberían ser interpretados como una crítica al trabajo de los médicos de familia sino como una sugerencia para mejorar el diagnóstico de depresión y, por lo tanto, el correcto tratamiento de los que la padecen".
Valorar el coste
La detección deficiente de la depresión en Atención Primaria no se debe a que el médico de familia sea menos competente que cualquier otro profesional no especializado. En un editorial adjunto, Peter Tyrer lo explica así: "Si muchas veces los expertos en Psiquiatría no se ponen de acuerdo en el diagnóstico de una persona, ¿por qué deberíamos esperar que este facultativo lo detecte siempre correctamente?".
"Aunque una segunda consulta rutinaria sería efectiva, supondría un coste y entraría a competir con otras prioridades. Sugiero mejorar los tratamientos disponibles para los desórdenes mentales más comunes en Atención Primaria", añade el especialista.
La realidad es que "si al día tenemos unos 40 pacientes que pasan por consulta, cuatro de ellos van por síntomas de depresión. Es necesario que las administraciones tengan en cuenta la salud mental y faciliten recursos que permitan tratarles adecuadamente", concluye el doctor Arbesú.