Por Dr. José Linares Cerón
EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) La victimas del Divorcio lamentablemente son los hijos, no todos salen bien librara de esta situación nuestro niños y jóvenes adolecentes afecta gravemente en su conducta causando depresiones y una vida estresante para los hijos. Aunque las reacciones dependerán de la edad del niño(a), su temperamento y las circunstancias que ocasionaron la separación, muchos niños(as) se sienten tristes, frustrados, enfadados y ansiosos— y no es extraño que debido a estos sentimientos tengan reacciones fuera de lo común.
Por eso es muy importante querido lector no buscar la solución simple del divorcio. Debe acudir y buscar toda la ayuda posible a su líder espiritual y si es posible buscar ayuda profesional de un consejero matrimonial. Nosotros como creyentes no debemos ignorar estos casos que existen con cifras preocupantes del divorcio en el Mundo. Y debemos estar alerta ante situaciones delicadas en el entorno familiar en nuestras iglesias. Fomentar estudios, conferencias y capacitar en nuestras iglesias a consejeros matrimoniales apropiadamente con profesionales y expertos del tema familiar.
Recuerde que el divorcio desestabiliza a toda la familia, altera las relaciones entre los padres y al niño durante los años decisivos en que se forma su personalidad y hace perder las referencias simbólicas que ofrece un ambiente familiar. En estos casos, el niño debe volver a ubicarse en nuevas relaciones familiares, y eso causa desconocimiento e incluso sufrimientos. Las consecuencias del divorcio en el niño son profundas, numerosas y duraderas, ya que los afectará durante años de su crecimiento. Esto puede provocar frecuentes fenómenos como: retraso escolar, tentaciones de delincuencia, uso de droga, inestabilidad personal, dificultades para relacionarse, el miedo a los compromisos, retrasos profesionales, marginación, etc. Además, los hijos de padres divorciados tienen mayor dificultad para entrar en una relación conyugal estable y suelen divorciarse con más frecuencia.El divorcio trae consigo muchos cambios y una sensación de pérdida muy real, Muchos niños y padres se sienten afligidos por haber perdido el tipo de familia que querían construir y los niños(as) especialmente extrañan la presencia de los padres y la vida en familia que tenían. Esta es la razón por la que es común y natural que algunos niños(as) mantengan la esperanza de que sus padres volverán a están juntos, incluso después de haberles explicado la finalidad del divorcio. Para que los niños(as) tengan la capacidad de atravesar este periodo es crucial que los padres tengan una relación civilizada. El conflicto entre los padres, independientemente de que estén separados, divorciados o juntos, ocasiona un tipo de estrés en los niños(as) que puede perdurar más allá de la niñez.
Recuerde que el divorcio desestabiliza a toda la familia, altera las relaciones entre los padres y al niño durante los años decisivos en que se forma su personalidad y hace perder las referencias simbólicas que ofrece un ambiente familiar. En estos casos, el niño debe volver a ubicarse en nuevas relaciones familiares, y eso causa desconocimiento e incluso sufrimientos. Las consecuencias del divorcio en el niño son profundas, numerosas y duraderas, ya que los afectará durante años de su crecimiento. Esto puede provocar frecuentes fenómenos como: retraso escolar, tentaciones de delincuencia, uso de droga, inestabilidad personal, dificultades para relacionarse, el miedo a los compromisos, retrasos profesionales, marginación, etc. Además, los hijos de padres divorciados tienen mayor dificultad para entrar en una relación conyugal estable y suelen divorciarse con más frecuencia.El divorcio trae consigo muchos cambios y una sensación de pérdida muy real, Muchos niños y padres se sienten afligidos por haber perdido el tipo de familia que querían construir y los niños(as) especialmente extrañan la presencia de los padres y la vida en familia que tenían. Esta es la razón por la que es común y natural que algunos niños(as) mantengan la esperanza de que sus padres volverán a están juntos, incluso después de haberles explicado la finalidad del divorcio. Para que los niños(as) tengan la capacidad de atravesar este periodo es crucial que los padres tengan una relación civilizada. El conflicto entre los padres, independientemente de que estén separados, divorciados o juntos, ocasiona un tipo de estrés en los niños(as) que puede perdurar más allá de la niñez.
Ayudando a que los niños(as) victimas del divorcio
Fomente la honestidad.Los niños(as) necesitan saber que lo que sienten es importante para los padres y que ambos los toman en serio.
Ayúdeles a que expresen sus sentimientos. El comportamiento de los niños(as) puede darles un indicio del tipo de sentimientos que experimentan. Permita que expresen sus emociones y ayúdelos a que las clasifiquen sin ánimo de querer cambiarlas o entenderlas de inmediato. Usted puede decirles: "Parece que te sientes triste en este momento. Sabes lo que te está haciendo sentir tan triste?" Escuche bien sus respuestas, incluso aunque sea difícil escuchar lo que le digan.
De validez a sus sentimientos. Decirle a sus hijos "Sé que te sientes triste" o "Sé que te sientes solo(a) cuando papá no está aquí" ayuda a los niños(as) a entender que sus sentimientos son válidos. Es importante animar a los niños(as) a que expresen sus sentimientos antes de ofrecerles formas para mejorarlos.
Ofrezca apoyo. Pregunte, "¿Qué crees que te ayudaría a sentirte mejor?" Puede que no puedan darle una respuesta especifica, pero usted puede sugerirles ideas— quizás sentarse juntos un ratito, caminar o abrazar al muñeco de peluche favorito. Los niños(as) más pequeños agradecerán el poder llamar a papá por teléfono o hacer un dibujo para mamá y dárselo cuando vuelvan a casa al final del día.
Manteniendo el carácter bajo control. Trate de interactuar con su ex de la forma más civilizada posible, especialmente cuando se relacionen delante de los niños(as). Tenga la actitud más apropiada— no culpe o recrimine a una distancia donde los niños(as) puedan escuchar, independientemente de las circunstancias de la separación. Esto es especialmente importante en los divorcios en los que alguien ha tenido la culpa, donde ha habido hechos dolorosos, como por ejemplo en casos de infidelidad.
La depresión, los cambios de humor, los arranques de mal genio, los cambios en su rendimiento escolar, el uso de alcohol u otras drogas, la actividad sexual, o el comportamiento de oposición crónico pueden ser signos de que los niños(as) están preocupados. Los adolescentes pueden tener problemas de conducta, depresión, bajo rendimiento escolar, pueden querer irse de la casa o tener problemas con la justicia. Independientemente de que estos hechos tengan algo que ver con el divorcio, estos casos son problemas graves que afectan el bienestar de un adolescente e indican la necesidad de buscar ayuda experta en el tema.Es difícil mantener su rol como padre o madre cuando se atraviesa cualquier tipo de problema emocional. Puede ser que se sienta tentado(a) a depender de sus hijos para tener apoyo emocional o que les pida que le cuenten todo lo que el otro padre o madre hacen. Resista estos deseos—las madres y los padres deben mantener sus responsabilidades claras. Los niños(as), independientemente de que traten de entender el momento que sus padres atraviesan, siguen siendo niños.La consistencia en la rutina y la disciplina en el hogar son importantes. Mantener la misma rutina en cuanto a la hora de irse a la cama, las reglas, y cómo y cuándo hacer las tareas escolares reducirán la ansiedad en el niño(a). En la mejor manera posible, intente mantener reglas consistentes con la madre o el padre, aunque no pueda asegurarse que se cumplan fuera de su casa, al menos puede hacer que se cumplan en la suya.Resista el deseo de consentir o malcriar a los niños(as) que están enfadados por causa de un divorcio y no olvide seguir las rutinas ni permita que los niños(as) hagan lo que quieran sin fijar límites. Usted debe sentirse libre para darles todo el afecto posible, los niños(as) no se malcrían por darles todos los abrazos y cariños que quiera, pero comprarles objetos que reemplacen el amor o permitir que actúen como quieran no es positivo para usted y puede ocasionar dificultades para ejercer su autoridad cuando las cosas vuelvan a la normalidad. El amor y el afecto son muy importantes en los niños víctimas del divorcio, le sugiero que converse con su niño y le diga que no solo sus padres lo aman mucho, sino que también existe un Dios amoroso que siempre estará a tu lado y esperando el momento que lo abrase mucho.
El Dr. José Linares Cerón es pastor Principal fraternidad Internacional Iglesias Misioneras. Tiene Doctorado en Teología y Misiones, con maestrías Matrimonial y Familiar. Diplomado en Psicología, Familia y Derecho. Con estudios profesionales en Administración de Negocios y Derecho Internacional.
Ud. puede escribir: Ministerio@oracioninternacional.com
Fuente: Consejeria Virtual