CIPROFAM INTERNACIONAL FELICITA AL GOBIERNO SANDINISTA POR NO ACEPTAR PRESIONES DE LA ONU

miércoles, 10 de febrero de 2010


ESPAÑA.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Dra. Rosemary Girbau portavoz de Ciprofam Internacional manifestó, que el Dr. José Linares Cerón, ha saludado al Gobierno de Nicaragua, en defender la vida de los no nacidos. "El gobierno sandinista de Nicaragua está dando una lección al mundo entero al no ceder a las presiones intolerables de la ONU y de grupos Pro-abortistas como Amnistía Internacional".

La ministra de gobernación, Ana Isabel Morales, ha dado una razón bien simple para seguir manteniendo una legislación que impide todo tipo de abortos: “La mayoría de los ciudadanos nicaragüenses consideran que es importante el derecho a la vida del no nato, que es también un ser humano con goce del derecho a la vida“. Y poco más hay que decir. Quien no ha nacido tiene tanto derecho a nacer como el resto de seres humanos que pueblan el planeta.
Ciertamente, doña Ana Isabel se aparta de la moral católica al decir que la natalidad debe de regularse “a través del uso de los métodos anticonceptivos“, pero supongo que sería pedir demasiado que una ministra sandinista se convierta en portavoz de la moral católica en esta materia.
Como cabía esperar, los pro-abortistas han exhibido toda su panoplia de argumentos favorables a la ejecución de seres humanos en el seno materno. Insisten en presentar la cuestión como un derecho de la mujer, sin responder a lo que la dirigente nicaraguense plantea sobre la dignidad del no nacido. Eso hace que el debate se convierta en un diálogo de sordos. Una de las partes se niega a aceptar un hecho que no admite duda: las embarazadas no tienen dentro un pedazo de carne, sino un ser vivo con adn propio -su propio hijo-, miembro de la especie humana como su madre.
Lo bueno de este caso es que el gobierno sandinista no es precisamente representante de la “derecha reaccionaria". Muy al contrario, es un gobierno de la extrema izquierda, amigo del castrismo y del chavismo. No son los primeros que desde una postura de izquierdas se oponen al aborto. El presidente uruguayo Tabare Vázquez, médico de profesión, también se opuso a que en su país se despenalizara el aborto.
En España, desgraciadamente, no tenemos a ningún político de izquierdas con el suficiente sentido común y nervio moral como para defender la vida humana, en todas sus fases, hasta las últimas consecuencias. En vez de una Ana Isabel Morales, tenemos una María Teresa Fernández de la Vega, una Bibiana Aído o una Trinidad Jiménez. Sólo hay un partido de izquierdas, el SAIN, que se opone al aborto, pero es extraparlamentario y tiene toda la pinta de seguir siéndolo por mucho tiempo.
Ya es triste que los que defendemos la vida en España tengamos que tener envidia de la Nicaragua sandinista. Ya es triste que en el parlamento español no haya nadie que defienda lo que nosotros creemos. Ni siquiera en el PP hay nadie con el suficiente coraje como para poner la defensa de la vida por encima de su fidelidad al partido. Y quien niegue lo que digo, que me muestre un solo diputado pepero exigiendo la revocación de la actual legislación abortista, que produce más de cien mil abortos al año. Una ministra sandinista desmuestra, ella sola, más coraje y valentía defendiendo la vida humana que la totalidad de los diputados y senadores del PP. Vergüenza les debería de dar a los que, entre ellos, se consideren católicos.
Quiera Dios que Nicaragua siga manteniéndose firme contra las presiones internacionales. La ONU es una herramienta más de la cultura de la muerte, algo que, dicho sea de paso, la Iglesia debería de tener mucho más en cuenta.