Cargos Criminales por bendecir alimentos

lunes, 26 de octubre de 2009


Por Gabriela Diaz



EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) Frank Lay, director de Pace High School en la Florida, y Robert Freeman, director deportivo de la misma escuela, enfrentaron cargos de violar el decreto que prohíbe a todos los empleados de las escuelas del condado de Santa Rosa de endosar religión. Ellos tenían que presentarse a una corte sin jurado, presidiada por el juez del Distrito M.C. Rodgers, debido a que oraron por los alimentos en una comida escolar. Se especulaba que de ser hallados culpables podían ser sentenciados a una pena máxima de seis meses de cárcel más una multa, según los procedimientos jurídicos.


El abogado defensor de los oficiales declaró que la penalidad que Lay y Freeman enfrentaban por una “simple oración” era indignante. Pero “La Unión Civil Americana de Libertades” (American Civil Liberties Union), quienes contribuyeron a la existencia del decreto en el condado de Santa Rosa, mantiene que los estudiantes tienen el derecho que los protege de administradores que tratan de imponer sus creencias religiosas en ellos. Sin embargo, un representante de La Unión Civil Americana dijo que la organización nunca sugirió que los administradores deben ir a la cárcel por violar dicho decreto, y que la organización no está involucrada en los procedimientos criminales.
El año pasado, dicha Unión demandó al Distrito Escolar del Noroeste de la Florida en nombre de dos estudiantes de Pace que alegaban que los oficiales administrativos de la escuela promovían religión y conducían oraciones en eventos escolares, de acuerdo con la declaración de la organización. De allí se originó el decreto que estipula la prohibición permanente a todos los miembros administrativos de promover, endosar, avanzar, participar o causar oraciones durante o en conjunción con eventos escolares.
Adicionalmente, la corte requirió que todos los empleados del Distrito recibieran una copia del decreto. Pero a principios de este año, el director Lay le pidió al señor Freeman que orara por los alimentos durante una comida con motivo de la inauguración del nuevo campo deportivo, según los documentos de la corte, el señor Freeman accedió a la petición y oró. Aparentemente, este era un evento al cual asistieron estudiantes, miembros de la facultad escolar y miembros de la comunidad.La nueva demanda en contra de los oficiales escolares instó a tres legisladores gubernamentales y a 61 miembros del Círculo de Oración del Congreso, a escribir cartas de apoyo para Lay y Freeman diciendo: “Muchos de nuestros padres fundadores de América estuvieron resueltos en su fe, y el impacto de ello es evidente en la Constitución de Estados Unidos, la Declaración de la Independencia y muchos de sus otros escritos. La tradición de ofrecer oración en América está tan entretejida en la herencia espiritual de nuestra nación que el poner cargos criminales en la participación de tal práctica asombraría a los hombres que fundaron este país sobre la libertad religiosa”.
Hace poco el juez M. C. Rodgers dictaminó a favor de los dos administradores escolares absolviéndoles de los cargos criminales de desobedecer el decreto de la corte al llevar a cabo la oración por los alimentos. El juez Rodgers declaró que ni Lay ni Freeman violaron el decreto estipulado por la corte. El resultado del dictamen fue recibido con gran alegría por los cientos de partidarios, incluyendo a miembros del Congreso, que llegaron al edificio federal en autobuses para mostrar su apoyo.
El abogado Mathew Staver declaró: “Es ridículo que estos hombres tengan que pensar dos veces antes de bendecir los alimentos. Las personas que atendieron la comida por la cual se oró, no están asociados con la escuela, son personas y patrocinadores que donaron dinero para el nuevo campo deportivo, todos ellos adultos de consentimiento”.
Los dos hombres, Lay y Freeman, explicaron que no estaban tratando de intencionalmente violar el decreto de la corte. “La oración por los alimentos fue hecha por costumbre, no con alevosía, es algo a lo que estamos acostumbrados a hacer”, dijo Lay. Freeman también explicó que condujo la oración sin pensarlo cuando el director escolar se lo pidió.“Criminalizar la oración es conflictiva contra la fundación y principios rectores de nuestra nación y va directamente en contra de la protección de nuestros derechos constitucionales. Es apropiado que en el Día Nacional de la Constitución, nuestros derechos de libertad sean preservados para que la gente, sin importar su empleo, tenga la libertad de bendecir los alimentos”, agregó Staver.
En mi opinión, tanto el señor Lay como el señor Freeman cometieron un error al orar por los alimentos ya que estaba prohibido hacerlo. Es cierto que tal vez lo hicieron sin pensar, por costumbre, pero quebrantaron la ley. Lo que me asombró en gran manera es la pena máxima que podían enfrentar si llegaban a ser hallados culpables. Vivimos en tiempos donde cualquier satánico puede ir a las escuelas y hablar de lo que creen y nadie se queja.Ciertamente este tiempo es la antesala de lo que ha de venir en los últimos tiempos para los cristianos que tienen verdadera convicción. Los creyentes debemos acatar y obedecer la ley de los hombres porque lo enseña la Palabra, pero esto no debe pararnos de seguir apelando a las autoridades de este país para que nuestros derechos constitucionales de libertad de religión sean respetados.Ahora más que nunca el pueblo Evangélico debe unirse para seguir propagando el Evangelio, dando testimonio con certeza y sin temor del Dios Grande y Poderoso al que servimos. Gracias al Señor por el juez Rodgers y por los congresistas que apoyaron a estos hombres con sus firmas y su presencia. Esto me da esperanza que en nuestro país aún contamos con líderes que aman y temen a Cristo.