¿Por qué mueren al año millones de niños?

miércoles, 12 de mayo de 2010


MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Más de 8,8 millones de niños en el mundo no viven lo suficiente como para celebrar su quinto aniversario. La neumonía, la diarrea, la malaria o las complicaciones al nacer evitan que puedan soplar tan pocas velas.



Un estudio en 193 países explica las causas por las cuales estos niños siguen muriendo y lo lejos que se está aún del cuarto Objetivo para el Desarrollo del Milenio (ODM), que pretende reducir la mortalidad infantil en dos terceras partes para 2015.
En el trabajo, publicado en la revista 'The Lancet', Robert E. Black, del Departamento de Salud Internacional de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins (EEUU), y el equipo del Grupo de Referencia Epidemiológica para la Salud Infantil, de la OMS y UNICEF, concluyen que de los 8,8 millones de fallecimientos de menores de cinco años que se contabilizaron en 2008, las enfermedades infecciosas -con la neumonía en primer lugar- fueron responsables del 68%.
Un 41% de estos decesos se registró en neonatos (aquellos bebés que tienen entre 0 y 27 días de vida), que perdieron su oportunidad de crecer por complicaciones en el parto, por asfixia al nacer, por una sepsis (infección de la sangre) o por la neumonía.
Casi la mitad de estas muertes (el 49%) se producen en tan sólo en cinco países: la India, Nigeria, República Democrática del Congo, Pakistán y China. La India es el país con peor índice de supervivencia en menores de cinco años y presenta el mayor número de muertes debidas a la neumonía y la diarrea. Por su parte, el continente africano registra el 92% de los fallecimientos debidao a la malaria y el 90% de las causadas por el sida. Y, pese a que los programas de vacunación han reducido la mortalidad infantil debida al sarampión y el tétanos, estas enfermedades todavía son culpables del 1% de los decesos.
Aunque estos 8,8 millones de fallecimientos suponen una mejora en la última década -en el año 2000 hubo 10,6 millones de muertes-, los investigadores revelan que "la proporción de decesos en neonatos ha aumentado del 37% en 2000 al 41% en 2008, por lo que la atención a este grupo se ha convertido en lo más prioritario. Del éxito en los esfuerzos por controlar estos problemas, que son fácilmente prevenibles, dependerá que se logre el Objetivo del Milenio", añaden.
La malnutrición, las severas deficiencias de vitamina A y zinc, y la falta de leche materna no se presentan en estas estadísticas como causa directa de muerte, pero los autores reconocen que están detrás de, al menos, un tercio de los fallecimientos de estos niños. "Tan sólo con un programa encargado de mejorar este déficit nutricional lograríamos un incremento de la supervivencia infantil", indican.
La situación en Europa difiere mucho de la de los países con menos ingresos. Los datos muestran que, de Europa Occidental, el país que ocupa el peor puesto en este triste ranking es el Reino Unido, con 4.324 decesos infantiles, la mayoría de ellos por complicaciones en el parto, anomalías congénitas y asfixia. No obstante, este dato supone una parte muy pequeña en el cómputo global. En España, la cifra es de 2.150 muertes.