Inflamación y cáncer, 'pareja' por el tabaco

jueves, 21 de enero de 2010


MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Fumar es un factor de riesgo pulmonar y un hábito responsable del 87% de los cánceres de pulmón que se diagnostican en Estados Unidos. Y más aún. Un trabajo publicado esta semana señala que la exposición repetida al tabaco provoca la inflamación de estos órganos lo cual resulta en un mayor crecimiento de los tumores.

"Hemos demostrado por primera vez que el tabaco es un potenciador de los tumores, no sólo un iniciador, y que lo hace a través de la inflamación", ha explicado Michael Karin, profesor de Farmacología y Patología de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), director del estudio. "Otras partículas, como el polvo de silicio, el de carbón o el asbesto podrían promover el desarrollo del cáncer de pulmón mediante mecanismos similares", añade.

El humo del tabaco contiene alrededor de 4.000 agentes químicos de los cuales unos 60 tienen propiedades cancerígenas. Los hidrocarburos aromáticos policíclicos o las N-nitrosaminas, por citar dos ejemplos, provocan mutaciones en el ADN de las células del pulmón al entrar en contacto con ellas. Estas alteraciones son las responsables de la aparición de carcinomas.

Además de su capacidad carcinógena, el tabaco tiene otros efectos sobre los tejidos. Uno de los que más se está analizando es la inflamación, un fenómeno que numerosas investigaciones han vinculado al cáncer. Además, hay otras enfermedades pulmonares en las que la inflamación crónica tiene un papel clave, como la EPOC.

Más tumores y de mayor tamaño
El experimento llevado a cabo por Karin y sus colegas, cuyos detalles aparecen en la revista 'Cancer Cell', revela que esta respuesta fisiológica también tiene que ver con los carcinomas de pulmón.

Los autores provocaron en el laboratorio el desarrollo de esta enfermedad en ratones, bien introduciendo una mutación en su ADN bien mediante la administración de una sustancia tóxica. Después, los expusieron al humo del tabaco de forma intermitente durante cinco meses, tiempo en el que se midió el tamaño y la cantidad de tumores que los animales tenían.

El primer paso fue comprobar si existía alguna relación entre el humo y la inflamación. Para ello, los investigadores inactivaron el factor nuclear kappa B, una molécula conocida por ser un punto en común entre la inflamación y el cáncer. Al hacerlo, tanto el desarrollo de los tumores como la inflamación pulmonar no se daban.

"La exposición al humo del tabaco aumenta el número, la incidencia y el tamaño de los tumores", señala el estudio. "Hemos demostrado que la inducción de una respuesta inflamatoria de bajo grado contribuye de forma importante a la potenciación del crecimiento del cáncer que provoca el tabaco", añade.

Por último, estos hallazgos sugieren que el tratamiento con antiinflamatorios para evitar este efecto del tabaco podría tener consecuencias beneficiosas en el manejo de los carcinomas de pulmón ya que "podría ralentizar el desarrollo y la progresión de los tumores si se administran lo suficientemente pronto", concluyen los autores.