La pobreza mata a las chicas, la violencia al sexo masculino

viernes, 11 de septiembre de 2009


MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Las desigualdades entre países ricos y en desarrollo disparan la mortalidad entre los jóvenes que viven en las regiones menos favorecidas del planeta. En ellas se registra el 97% de las defunciones de adolescentes entre 10 y 24 años. Este desequilibrio afecta especialmente a las mujeres, según un informe publicado en 'The Lancet. Para ellos, la principal causa de muerte es la violencia.


El 30% de la población mundial tiene entre 10 y 24 años de edad. Es decir, 1.800 millones de adolescentes viven repartidos por los países ricos, que cuentan con el 11% de este colectivo, y los que están en desarrollo. En 2004, se produjeron 2,6 millones de muertes en este grupo, más de un tercio de las cuales se registró en el África subsahariana y el sudeste asiático. Las naciones pudientes sólo representan el 3% de estos decesos.
La adolescencia se suele describir como un periodo especialmente saludable de la vida. Cuerpo y mente están en plenas facultades, pero durante esta etapa "surgen nuevos riesgos para la salud cuyas consecuencias puede poner en riesgo la vida", señala el estudio realizado por George Patton, del Royal Children’s Hospital del Melbourne (Australia), y Russell Viner, del University College London (Reino Unido) y financiado por la Organización Mundial de la Salud.
La madurez sexual y física que acompañan a la pubertad implican un aumento del riesgo de contagio de numerosas enfermedades, incluido el VIH/sida, y de la exposición a situaciones potencialmente peligrosas como la violencia, los accidentes de tráfico o la guerra. Además, en esta época de la vida suelen aparecer los primeros síntomas de algunos trastornos mentales, disparando el riego de suicidio.


Las madres jóvenes son un grupo de riesgo
"Lo que distingue las causas de mortalidad de la gente joven es que la mayor parte de las muertes tienen su origen en comportamientos exacerbados por políticas nacionales, fallos en los sistemas sanitarios o ambos", explica Robert W. Blum, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), en un editorial sobre este informe.
De ahí que la tasa de mortalidad de los países pobres, donde los recursos son limitados, sea casi cuatro veces superior a la de los países ricos, diferencia especialmente pronunciada para las mujeres.


Las principales causas de muerte entre las jóvenes son las relacionadas con la maternidad.

La edad de inicio en el sexo, así como la accesibilidad de los métodos anticonceptivos, del aborto y de los cuidados obstétricos explicarían estas diferencias.
En virtud del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, donde reducir la mortalidad materna ocupa el quinto puesto, "la importancia de estas muertes debería ser un incentivo para promover la creación de servicios apropiados de salud reproductiva y sexual para los jóvenes", apuntan los autores del documento.
Por edades, los más desfavorecidos son los adultos jóvenes, es decir, aquellos con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años. Su riesgo de muerte es 2,4 veces el de los adolescentes entre 10 y 14 años. En los países industrializados, los hombres jóvenes son los que están más expuestos al peligro y su riesgo de muerte es entre dos y cuatro veces superior al de las mujeres. El homicidio, el suicidio y las lesiones son las principales causas, tanto en naciones ricas como pobres.
"A la luz de estos datos sobre mortalidad juvenil, el 75% de las muertes que se producen en la segunda década de la vida se puede prevenir", explica Blum. "Sabemos lo suficiente sobre las intervenciones efectivas [para prevenir estas muertes] para basar nuestros programas en lo que ha demostrado empíricamente funcionar y no en lo que creemos que funciona [...] Los retos son enormes pero también las oportunidades", concluye.