ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.ORG )Muchos padres ponen en peligro la vida de sus hijos al administrarles fármacos disponibles sin receta para tratar la fiebre o los catarros, según un estudio presentado en la conferencia anual de la Federación Farmacéutica Internacional. Este mal uso se traduce muchas veces en el ingreso del menor en el hospital.
Hoy en día, sólo el 30% de los fármacos comercializados en Europa se pueden emplear de forma segura en niños, según el Grupo de Trabajo Europeo para el Desarrollo de Fármacos para la Infancia (TEDDY, por sus siglas en inglés). Esto es "consecuencia de los insuficientes esfuerzos realizados en materia de investigación biomédica", asegura la página web de este proyecto de colaboración internacional.
Cómo consecuencia de este vacío terapéutico, muchos padres emplean los fármacos que tienen a mano para tratar algunos problemas de salud de sus hijos, empujados, además, por la errónea percepción de que se trata de productos seguros.
"Nos sorprendió y preocupó darnos cuenta de que algunas personas pensaban que los medicamentos tienen que ser a la fuerza seguros si puedes comprarlos sin receta", ha destacado una de las autoras, Rebekah Moles, de la Universidad de Sidney (Australia). "Por ejemplo, un padre nos dijo que si Panadol [una forma comercial del paracetamol] está disponible sin receta, administrar una dosis doble no podía ser dañino y nos pregunto: ¿Qué sería lo peor que podría pasar?"
Para llevar a cabo este estudio, Moles y sus colegas analizaron durante cinco meses a 97 adultos pertenecientes a varios centros de día de Sidney: 53 madres, siete padres y 37 trabajadores de estas guarderías a las que acudían niños de cuatro y cinco años. Los autores pusieron a los participantes en distintas situaciones en las que los menores parecían tener problemas de salud y les preguntaron qué harían en cada caso.
Debían decir si dar o no fármacos, cuál dar, en qué momento, a qué dosis y cómo la calcularían. Los resultados fueron contundentes: teniendo en cuenta todos los experimentos, "el 44% de los participantes habría dado una dosis incorrecta y sólo el 64% fue capaz de obtener la dosis que pretendía dar", señala Moles. "Nos dimos cuenta de que el 15% de los adultos habría dado una medicina sin tomar la temperatura del niño y el 55% la habría dado con menos de 38º de fiebre".
Los autores señalan que en 2008 se registraron en Australia 119.000 llamadas por problemas de intoxicación con fármacos. De ellas, el 48% correspondía a sobredosis en niños y el 15% necesitó hospitalización. La mayor parte de los casos correspondían a menores de cinco años (85%), según informan los autores.
Todo esto indica que "existe una necesidad urgente de revisar el uso que hacen los padres de los fármacos sin receta en niños".