ESPAÑA.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Las autoridades de México confirmaban la muerte de 20 personas por un nuevo tipo de virus de gripe, que estaba llamado a convertirse en el protagonista indiscutible de los meses posteriores. अ-.hora, muchos comunicados y mensajes de alerta después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido dar por concluida una pandemia que ella misma decretó el 10 de junio de 2009.
Catorce meses después de aquella decisión, el máximo organismo sanitario del planeta (perteneciente a la órbita de Naciones Unidas), ha anunciado que levanta el nivel de alerta 6 tras escuchar a los expertos del Comité de Emergencia, reunidos vía teleconferencia a una hora tan temprana como las 06.00 de esta mañana. La directora general del organismo, la hongkonesa Margaret Chan, ha sido la encargada de anunciar la resolución a los periodistas de todo el mundo tan sólo unas horas después de escuchar a sus asesores.
"El mundo no está en fase de pandemia; nos movemos hacia una fase de postpandemia", ha dicho Chan. Aunque, ha añadido, eso no quiere decir que el virus se haya ido (todavía se observan brotes en Nueva Zelanda o la India, por ejemplo).
La OMS calcula que entre el 20%-40% de la población en todo el mundo se ha infectado con el nuevo virus, lo que les confiere cierta protección para el futuro (un escenario que mejorará gracias a la llamada inmunidad comunitaria).
De hecho, Chan ha añadido que la gripe A seguirá circulando como cepa común, que las vacunas almacenadas siguen siendo efectivas y ha recomendado que los grupos de alto riesgo sigan vacunándose como todos los inviernos, informa María Teresa Benítez de Lugo desde Ginebra.
16 meses después
Por el camino han quedado muchas reservas de antivirales (Tamiflu fue el más rentable de todos para su fabricante, pese a las dudas sobre su eficacia real), excedentes de una vacuna en la que sólo confió el 30% de los grupos de riesgo y buena parte de la credibilidad de la OMS, que tuvo que hacer frente a las acusaciones de amiguismo con la industria farmacéutica.
Atrás quedan también las 18.449 víctimas mortales en todo el mundo, 271 de ellas registradas en España hasta el 30 de diciembre de 2009 (la última fecha actualizada por el Ministerio de Sanidad), una cifra a pesar de todo muy inferior a las previsiones iniciales.
Lejos parecen también las escenas de mascarillas poblando las calles de los países más afectados, el temor de las embarazadas al ser consideradas grupo de riesgo, las recomendaciones para evitar los besos y cualquier contacto físico estrecho que propagase el contagio y las escenas de estudiantes españoles regresando de la Riviera Maya con temor a estornudar.
A los cerdos les tocó representar el papel de 'culpables' durante las primeras semanas de epidemia, mientras el apellido porcino acompañaba indivisible al A/H1N1; hasta que la literatura científica surgida al calor de la nueva gripe empezaba a arrojar pistas sobre la nueva pandemia; la primera en los últimos 40 años de la humanidad.
Se temía un desastre de proporciones similares a las de la gripe española de 1918; pero los actuales sistemas de salud, la rápida actuación de las autoridades mundiales, y la menor virulencia del nuevo virus (atacaba a gente más joven, pero con menor mortalidad) impidieron el anunciado desastre.
A partir de ahora habrá que ver si la OMS modifica la definición de pandemia que tantos quebraderos de cabeza la ha causado, y cómo afectará toda esta situación a su futuro. "Las pandemias, como los virus que las causan, son impredecibles. Y así será también el periodo postpandemia", ha reconocido la doctora Chan en su intervención. "En esta ocasión hemos tenido suerte porque el virus no ha mutado a una forma más letal; y las resistencias a los antivirales no se han extendido. Si las cosas hubiesen ido peor en algunas áreas, estaríamos hablando de una situación diferente hoy en día", ha concluido.
Catorce meses después de aquella decisión, el máximo organismo sanitario del planeta (perteneciente a la órbita de Naciones Unidas), ha anunciado que levanta el nivel de alerta 6 tras escuchar a los expertos del Comité de Emergencia, reunidos vía teleconferencia a una hora tan temprana como las 06.00 de esta mañana. La directora general del organismo, la hongkonesa Margaret Chan, ha sido la encargada de anunciar la resolución a los periodistas de todo el mundo tan sólo unas horas después de escuchar a sus asesores.
"El mundo no está en fase de pandemia; nos movemos hacia una fase de postpandemia", ha dicho Chan. Aunque, ha añadido, eso no quiere decir que el virus se haya ido (todavía se observan brotes en Nueva Zelanda o la India, por ejemplo).
La OMS calcula que entre el 20%-40% de la población en todo el mundo se ha infectado con el nuevo virus, lo que les confiere cierta protección para el futuro (un escenario que mejorará gracias a la llamada inmunidad comunitaria).
De hecho, Chan ha añadido que la gripe A seguirá circulando como cepa común, que las vacunas almacenadas siguen siendo efectivas y ha recomendado que los grupos de alto riesgo sigan vacunándose como todos los inviernos, informa María Teresa Benítez de Lugo desde Ginebra.
16 meses después
Por el camino han quedado muchas reservas de antivirales (Tamiflu fue el más rentable de todos para su fabricante, pese a las dudas sobre su eficacia real), excedentes de una vacuna en la que sólo confió el 30% de los grupos de riesgo y buena parte de la credibilidad de la OMS, que tuvo que hacer frente a las acusaciones de amiguismo con la industria farmacéutica.
Atrás quedan también las 18.449 víctimas mortales en todo el mundo, 271 de ellas registradas en España hasta el 30 de diciembre de 2009 (la última fecha actualizada por el Ministerio de Sanidad), una cifra a pesar de todo muy inferior a las previsiones iniciales.
Lejos parecen también las escenas de mascarillas poblando las calles de los países más afectados, el temor de las embarazadas al ser consideradas grupo de riesgo, las recomendaciones para evitar los besos y cualquier contacto físico estrecho que propagase el contagio y las escenas de estudiantes españoles regresando de la Riviera Maya con temor a estornudar.
A los cerdos les tocó representar el papel de 'culpables' durante las primeras semanas de epidemia, mientras el apellido porcino acompañaba indivisible al A/H1N1; hasta que la literatura científica surgida al calor de la nueva gripe empezaba a arrojar pistas sobre la nueva pandemia; la primera en los últimos 40 años de la humanidad.
Se temía un desastre de proporciones similares a las de la gripe española de 1918; pero los actuales sistemas de salud, la rápida actuación de las autoridades mundiales, y la menor virulencia del nuevo virus (atacaba a gente más joven, pero con menor mortalidad) impidieron el anunciado desastre.
A partir de ahora habrá que ver si la OMS modifica la definición de pandemia que tantos quebraderos de cabeza la ha causado, y cómo afectará toda esta situación a su futuro. "Las pandemias, como los virus que las causan, son impredecibles. Y así será también el periodo postpandemia", ha reconocido la doctora Chan en su intervención. "En esta ocasión hemos tenido suerte porque el virus no ha mutado a una forma más letal; y las resistencias a los antivirales no se han extendido. Si las cosas hubiesen ido peor en algunas áreas, estaríamos hablando de una situación diferente hoy en día", ha concluido.