MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Cerca de una de cada cuatro personas observadas en lugares públicos tosen o estornudan sin taparse la boca y menos del 5% lo hace con los métodos recomendados por las autoridades de salud pública, según una investigación realizada por la Universidad Otago, en Wellington (Nueva Zelanda).
El autor de este trabajo, el investigador Nick Wilson, asegura que "ha sido una sorpresa descubrir que éste es el primer estudio que observaba conductas de higiene respiratoria que se pueden identificar".
La pandemia de gripe A que comenzó en el año 2009 hizo que las autoridades de salud pública de todo el mundo instaran a los ciudadanos a tomar medidas sencillas para evitar el contagio de esta infección. Una de las recomendaciones más simples fue cubrirse la boca al toser o estornudar, preferiblemente con un pañuelo o con el codo, para evitar tener el virus en las manos y que se extienda por superficies cercanas.
Para averiguar si la gente estaba siguiendo estos consejos, el equipo de Wilson realizó una encuesta observacional en tres zonas públicas de Wellington, capital de Nueva Zelanda: una estación de tren, un hospital y un centro comercial.
Utilizando a estudiantes de Medicina como observadores, se registró la incidencia de toses y estornudos y la respuesta de cada individuo al fenómeno. Contemplaron unas 5,5 toses y estornudos a la hora por persona observada, de los que el 26,7% no se taparon con la mano. Sólo el 4,7% se cubrió con tela, un pañuelo o con el codo, los métodos recomendados por las autoridades de salud pública.
El comportamiento más común, observado en el 64,4% de los casos, fue cubrir la boca con las manos. Usar un pañuelo o cubrir la boca con el codo fueron las conductas menos frecuentes.
El estudio presentado este lunes en la Conferencia Internacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes, demuestra, según Wilson, una baja prevalencia de conductas de higiene respiratoria recomendadas, lo que sugiere que los mensajes sobre la higiene promovidos en campañas a través de los medios de comunicación no habían sido vistos o adoptados de forma adecuada por los ciudadanos de esta capital.
El autor de este trabajo, el investigador Nick Wilson, asegura que "ha sido una sorpresa descubrir que éste es el primer estudio que observaba conductas de higiene respiratoria que se pueden identificar".
La pandemia de gripe A que comenzó en el año 2009 hizo que las autoridades de salud pública de todo el mundo instaran a los ciudadanos a tomar medidas sencillas para evitar el contagio de esta infección. Una de las recomendaciones más simples fue cubrirse la boca al toser o estornudar, preferiblemente con un pañuelo o con el codo, para evitar tener el virus en las manos y que se extienda por superficies cercanas.
Para averiguar si la gente estaba siguiendo estos consejos, el equipo de Wilson realizó una encuesta observacional en tres zonas públicas de Wellington, capital de Nueva Zelanda: una estación de tren, un hospital y un centro comercial.
Utilizando a estudiantes de Medicina como observadores, se registró la incidencia de toses y estornudos y la respuesta de cada individuo al fenómeno. Contemplaron unas 5,5 toses y estornudos a la hora por persona observada, de los que el 26,7% no se taparon con la mano. Sólo el 4,7% se cubrió con tela, un pañuelo o con el codo, los métodos recomendados por las autoridades de salud pública.
El comportamiento más común, observado en el 64,4% de los casos, fue cubrir la boca con las manos. Usar un pañuelo o cubrir la boca con el codo fueron las conductas menos frecuentes.
El estudio presentado este lunes en la Conferencia Internacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes, demuestra, según Wilson, una baja prevalencia de conductas de higiene respiratoria recomendadas, lo que sugiere que los mensajes sobre la higiene promovidos en campañas a través de los medios de comunicación no habían sido vistos o adoptados de forma adecuada por los ciudadanos de esta capital.