ESPAÑA-. ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Una vez iniciado el camino para lograr el ansiado microbicida que proteja a las mujeres de la infección por el VIH, gracias a los buenos resultados obtenidos con el gel vaginal Caprisa, queda seguir esa misma senda con la vacuna, un terreno en el que también ha habido avances importantes, como han recordado los científicos en la XVIII Conferencia Internacional sobre el Sida.
La vacuna RV144 que confería cierta protección, aunque modesta, y el descubrimiento de dos anticuerpos naturales capaces de neutralizar al virus han abierto nuevas vías de investigación y, lo que es más importante, han demostrado que la obtención de la vacuna es un reto difícil pero no imposible.
"Nos encontramos en una nueva era en el desarrollo de la vacuna, en uno de los momentos más prometedores en este campo desde que se inició la epidemia", ha indicado el doctor Peter Piot, ex director de ONUSIDA y ahora director del Instituto para la Salud Global del Imperial College de Londres. "Con más de 2,7 millones de nuevas infecciones cada año, la necesidad de lograr una inmunización segura y efectiva es más urgente que nunca", reconoce.
Según Piot, para lograr una vacuna "es imprescindible financiación y, sobre todo, altos niveles de colaboración entre todos los agentes implicados". Algo en lo que coinciden todos los investigadores. Para el doctor Seth Berkley, director de IAVI (la Iniciativa Internacional para la Vacuna del Sida), "el desarrollo de la vacuna y el tiempo que se tarde en conseguirla dependerá de lo estrecha que sea la colaboración de todos los sectores que trabajan en ella".
Unificar las diferentes fases de la investigación, compartir la información y los nuevos descubrimientos e incrementar los recursos humanos y monetarios destinados a este objetivo son, para el doctor Alan Bernstein, director ejecutivo del Consorcio Global para la Vacuna del VIH, los elementos imprescindibles para llegar a buen puerto. "Ningún investigador o equipo por sí solo va a lograr desarrollar la vacuna", añade Jeannette Kagame, la primera dama de Ruanda.
Algunos modelos estadísticos sugieren que una vacuna contra el sida que tuviera una eficacia del 50% y se administrara al 30% de la población podría evitar 5,6 millones de nuevas infecciones en los países de medianos y bajos ingresos entre 2015 y 2030.
Los científicos recuerdan que lograr una vacuna no es tarea fácil. La de la polio tardó 47 años en ser descuberta, más de tres décadas hubo que esperar para poder hacer frente a la varicela y la vacuna para el rotavirus se hizo esperar 25 años. "El VIH se descubrió a principios de los 80 y realmente hemos empezado a tomarnos en serio lo de la vacuna hace una década. Vamos por el buen camino", explican desde IAVI.