MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.ORG ) Ya no se trata sólo de la televisión. Los datos de una nueva investigación acaban de poner de manifiesto que los videojuegos se asocian también a un mayor riesgo de problemas de atención tanto en menores como en adolescentes y jóvenes.
El estudio es el primero en aportar esta evidencia científica y ha contado, además, con un elevado número de participantes (ha involucrado dos muestras distintas).
"Los problemas de concentración, que a menudo se manifiestan en forma de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), se relacionan con una serie de efectos negativos, como fracaso escolar y aumento de la agresividad... Varios estudios han indicado que la televisión incrementa las posibilidades de padecer estas dificultades aunque sólo una investigación ha contado con personas de más de 16 años", determina Edward Swing, de la Universidad de Iowa (EEUU), y autor principal del nuevo ensayo.
Recuerda que, sin embargo, existen muy pocos estudios que "hayan evaluado la posibilidad de que los videojuegos puedan causar dificultades de concentración... por lo que se requieren más evidencias en este campo".
Publicada en la revista de 'Pediatrics', en la investigación han participado 1.323 menores de seis a 12 años de 10 colegios ubicados en dos estados diferentes estadounidenses. La muestra proviene del Proyecto SWITC de Prevención de Obesidad, cuyo tres objetivos son: la reducción del tiempo de exposición a la televisión, el incremento de actividad física y el aumento del consumo de frutas y vegetales. Asimismo, se ha contado con otra muestra de 210 universitarios de entre 18 y 32 años.
Durante su realización, tanto los niños como sus padres comunicaron el tiempo medio de exposición a la 'caja tonta' y a los videojuegos durante los fines de semana. Gracias a estas cifras, los científicos establecieron la media de horas dedicadas diariamente a ambas formas de entretenimiento. En el caso de los adolescentes, fueron ellos los que declararon el tiempo que invertían en su uso.
Los problemas de concentración se evaluaron mediante cuestionarios que, en el caso de los alumnos de menos edad, fueron respondidos por sus profesores, mientras que los universitarios rellenaron ellos mismos este tipo de prueba
Tras 13 meses de seguimiento, los datos constatan que los pequeños estudiantes que invertían más de dos horas al día delante de la televisión o en videojuegos tenían un 67% de riesgo de padecer problemas de atención en comparación con los menores que pasaban menos tiempo frente a la tele o la 'máquina'. Esta probabilidad fue similar en los estudiantes de más edad.
Los autores reconocen que "el tiempo de permanencia frente a ambos tipos de pantallas predecían el riesgo de padecer problemas de concentración de forma independiente... Nuestro trabajo tiene dos hallazgos importantes. Primero: demuestra que la cantidad de tiempo empleada en jugar con las consolas se asocian a un mayor riesgo de problemas de atención. Y, segundo, que estos juegos se relacionan con estas dificultades en la misma magnitud que lo hace la tele".
Declaran, no obstante, que "no todos los niños se ven afectados de la misma forma por el tiempo de visualización del televisor o el entretenimiento con los videojuegos. No existe una única cosa que cause un comportamiento, si no que es la combinación de muchas y los medios de comunicación son sólo una variable", reconoce el director del ensayo.
Y recomienda en sus conclusiones: "El trabajo demuestra que el riesgo de los estudiantes puede reducirse si los padres siguen las recomendaciones de la Asociación de Pediatría Americana (AAP, sus siglas en inglés) que aconseja que los niños limiten a dos horas el tiempo máximo de exposición a la pantalla y a la videoconsola".
El estudio es el primero en aportar esta evidencia científica y ha contado, además, con un elevado número de participantes (ha involucrado dos muestras distintas).
"Los problemas de concentración, que a menudo se manifiestan en forma de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), se relacionan con una serie de efectos negativos, como fracaso escolar y aumento de la agresividad... Varios estudios han indicado que la televisión incrementa las posibilidades de padecer estas dificultades aunque sólo una investigación ha contado con personas de más de 16 años", determina Edward Swing, de la Universidad de Iowa (EEUU), y autor principal del nuevo ensayo.
Recuerda que, sin embargo, existen muy pocos estudios que "hayan evaluado la posibilidad de que los videojuegos puedan causar dificultades de concentración... por lo que se requieren más evidencias en este campo".
Publicada en la revista de 'Pediatrics', en la investigación han participado 1.323 menores de seis a 12 años de 10 colegios ubicados en dos estados diferentes estadounidenses. La muestra proviene del Proyecto SWITC de Prevención de Obesidad, cuyo tres objetivos son: la reducción del tiempo de exposición a la televisión, el incremento de actividad física y el aumento del consumo de frutas y vegetales. Asimismo, se ha contado con otra muestra de 210 universitarios de entre 18 y 32 años.
Durante su realización, tanto los niños como sus padres comunicaron el tiempo medio de exposición a la 'caja tonta' y a los videojuegos durante los fines de semana. Gracias a estas cifras, los científicos establecieron la media de horas dedicadas diariamente a ambas formas de entretenimiento. En el caso de los adolescentes, fueron ellos los que declararon el tiempo que invertían en su uso.
Los problemas de concentración se evaluaron mediante cuestionarios que, en el caso de los alumnos de menos edad, fueron respondidos por sus profesores, mientras que los universitarios rellenaron ellos mismos este tipo de prueba
Tras 13 meses de seguimiento, los datos constatan que los pequeños estudiantes que invertían más de dos horas al día delante de la televisión o en videojuegos tenían un 67% de riesgo de padecer problemas de atención en comparación con los menores que pasaban menos tiempo frente a la tele o la 'máquina'. Esta probabilidad fue similar en los estudiantes de más edad.
Los autores reconocen que "el tiempo de permanencia frente a ambos tipos de pantallas predecían el riesgo de padecer problemas de concentración de forma independiente... Nuestro trabajo tiene dos hallazgos importantes. Primero: demuestra que la cantidad de tiempo empleada en jugar con las consolas se asocian a un mayor riesgo de problemas de atención. Y, segundo, que estos juegos se relacionan con estas dificultades en la misma magnitud que lo hace la tele".
Declaran, no obstante, que "no todos los niños se ven afectados de la misma forma por el tiempo de visualización del televisor o el entretenimiento con los videojuegos. No existe una única cosa que cause un comportamiento, si no que es la combinación de muchas y los medios de comunicación son sólo una variable", reconoce el director del ensayo.
Y recomienda en sus conclusiones: "El trabajo demuestra que el riesgo de los estudiantes puede reducirse si los padres siguen las recomendaciones de la Asociación de Pediatría Americana (AAP, sus siglas en inglés) que aconseja que los niños limiten a dos horas el tiempo máximo de exposición a la pantalla y a la videoconsola".