MADRID.- ( AGENCIALAVOZ.COM ) Muchas personas consideran que las cesáreas son intervenciones seguras, exentas de riesgo. Sin embargo, no es así, tal y como refleja el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre esta práctica. Baste un dato: el riesgo de ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos es 10 veces mayor tras una cesárea selectiva planificada que después de un parto vaginal natural.
Tras los informes sobre África y América (ambos realizados en 2005), la OMS presenta ahora la tercera de fase de un proyecto global para recabar información acerca de la asistencia intraparto en el mundo. Los datos, extraídos del análisis de más de 100.000 alumbramientos en nueve países asiáticos (China, Japón, la India, Camboya, Tailandia, Filipinas, Nepal, Sri Lanka y Vietnam) confirman los hallazgos previos y "sustentan la recomendación de evitar las cesáreas innecesarias", señalan los autores.
China, con un 46,2% de los nacimientos por cesárea, tiene la tasa más alta, seguido de Sri Lanka, Vietnam y Tailandia. El gigante asiático también ostenta el récord de cesáreas practicadas sin indicación médica (el 11,7%), una cifra mucho mayor que la de los demás estados analizados (Vietnam, el siguiente en la lista, registró sólo un 1%).
Una de las posibles razones que expliquen este elevado porcentaje de cesáreas podría residir en los incentivos financieros que el 62% de los hospitales incluidos en el informe ofrecen a sus trabajadores por practicar esta intervención. "Otros estudios realizados en el este asiático –señala un editorial que acompaña al estudio- subrayan que los factores asociados a los médicos son primordiales mientras que las mujeres suelen tener actitudes favorables hacia el parto vaginal comparado con las cesáreas".
Es decir, en los centros asiáticos, la presión ejercida por los ginecólogos, impulsada muchas veces por incentivos económicos, podría ser la responsable de que muchos partos que no la requieren terminen en cesárea.
Más riesgos para la madre y el niño
En total, la media de partos por cesárea se situó en un 27,3%, a lo que hay que sumar el porcentaje de partos vaginales asistidos (con fórceps o ventosa), un 3,2%. Unos y otros, comparados con los alumbramientos naturales, estaban asociados con un incremento de la morbilidad y la mortalidad maternas. Su práctica se asoció con más riesgo de requerir una transfusión o de histerectomía.
Las posibilidades de ingresar en la UCI eran 10 veces superiores para las mujeres sometidas a una cesárea selectiva planificada y 67 veces superiores si ésta se practicaba intraparto sin que existieran motivos médicos para realizarla. "Claramente, los partos por cesáreas, incluso en madres sin problemas subyacentes, pueden ser una amenaza para la vida", señala el comentario de la revista 'The Lancet'.
Además de este incremento del riesgo, los autores del informe no detectaron beneficio alguno sobre la salud de los recién nacidos salvo cuando estos se presentaran de nalgas. En estos casos, las cesáreas mejoraban el pronóstico de los bebés.
"Podemos concluir –señala el estudio- que las mujeres que eligen someterse a una cesárea y los doctores que recomiendan esta intervención en ausencia de un motivo médico que la justifique, deben tomar esta decisión con el conocimiento de estos riesgos".