Dr. José Linares Cerón
EE.UU-. ( AGENCIALAVOZ.COM ) En las conferencias que realizo en diferentes universidades o forum de familia, siempre resalto la importancia de fortalecer la vida de nuestros hijos. Si no queremos hijos pandilleros, drogaditos, gays y lesbiana. Debemos alimentar su autoestima con amor y atención para una correcta vida heterosexual. Por eso les digo a los padres “Trabajen por sus hijos o tendrán enemigos en casa.”
En la actualidad estoy trabajando en un proyecto llamado “la Familia es la esencia de la sociedad.” Donde resalto la importancia para que los gobiernos locales y el mismo estado, asuma su responsabilidad fomentando, educando y la prevención a la Familia. Esperamos lograr que en el Perú y otras Naciones tenga el Ministerio de Familia y bienestar social, que ha funcionado en Alemania. Si nuestro amigo Mariano Rajoy logra ser Presidente de Gobiernos Español, el ya dijo: Creare el Ministerio de Familia. Fue un compromiso a las organizaciones Pro-familia y los declaro en la prensa nacional. Ya es tiempo que el estado cumpla su obligación. Algunos me dicen: Pastor ¿Y si no lo hacen? Para eso estamos la sociedad civil para exigir y elegir a los que nos gobiernan
Bien, la autoestima es un tema que despierta a cada día un gran interés, en el mundo de las iglesias eso me parece muy positivo. También de madres y padres. Es una preocupación presente en muchos hogares y conversaciones. Y eso se puede entender por la relación que está teniendo la autoestima con problemas como la depresión, anorexia, timidez, abuso de drogas, y otros. Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede llevar a una persona a tener estos problemas, mientras que una buena autoestima puede hacer con que una persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más sensible a las necesidades del otro, y entre otras cosas, que esté dispuesto a defender sus principios y valores. Lo ideal sería que los padres no se preocupasen solamente en mantener una buena salud física a sus hijos, pero que mirasen más por la salud emocional de los mismos. La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de una efectiva infancia y adolescencia. Si quieres tener hijos buenos y cariñosos, fortalece su autoestima con amor y cariño. Enséñale amar a Dios
Bien, la autoestima es un tema que despierta a cada día un gran interés, en el mundo de las iglesias eso me parece muy positivo. También de madres y padres. Es una preocupación presente en muchos hogares y conversaciones. Y eso se puede entender por la relación que está teniendo la autoestima con problemas como la depresión, anorexia, timidez, abuso de drogas, y otros. Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede llevar a una persona a tener estos problemas, mientras que una buena autoestima puede hacer con que una persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más sensible a las necesidades del otro, y entre otras cosas, que esté dispuesto a defender sus principios y valores. Lo ideal sería que los padres no se preocupasen solamente en mantener una buena salud física a sus hijos, pero que mirasen más por la salud emocional de los mismos. La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de una efectiva infancia y adolescencia. Si quieres tener hijos buenos y cariñosos, fortalece su autoestima con amor y cariño. Enséñale amar a Dios
¿Qué es la autoestima?
Se puede definir la autoestima de diversas formas, pero su contexto continuará siendo el mismo. La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto más alto de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados aspectos buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones. Es nuestro espejo real, el cual nos enseña cómo somos, qué habilidades tenemos, a través de nuestras experiencias y expectativas. Es el resultado de la relación entre el temperamento del niño y el ambiente en el que éste se desarrolla.La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De eso dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción de la felicidad. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se sentirá competente, seguro, y valioso. Entenderá que es importante aprender, y no se sentirá disminuido cuando necesite de ayuda. Será responsable, se comunicará con fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada. Al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias posibilidades ni de las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras personas, y por lo tanto se comportará de una forma más tímida, más crítica, con poca creatividad, lo que en muchos casos le podrá llevar a desarrollar conductas agresivas, y a alejarse de sus compañeros y familiares.
Los hijos se ven a través de la mirada de los padres y su autoestima dependerá, en gran medida de la imagen de él, que tú le trasmitas. Tu misión es hacerle saber lo valioso que es para ti y destacar la importancia del esfuerzo por encima del logro. Se considera que los niños que tienen un fuerte sentido de su propia valía son físicamente más sanos, aprenden y progresan mejor, tienen una mayor tolerancia a la frustración y son más seguros de sí mismos.
La autoestima depende de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros — y en qué medida nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos. Si los padres pasan más tiempo criticando a un hijo que elogiándolo, es difícil que desarrolle una autoestima sana. La autoestima no es una asignatura de un currículum escolar. Pero sí debe ser un espacio jamás ignorado por los padres y profesores. Hay que estar atentos al lado emocional de los niños. Durante la etapa desde el nacimiento a la adolescencia, por su vulnerabilidad y flexibilidad, busca mejorar la autoestima de tu hijo. Todo lo que se consigue en este periodo puede sellar su conducta y su postura hacia la vida, en la edad adulta. Con su ayuda, tendremos a una sociedad sana y una familia que reflejara la imagen de Dios en la Sociedad.
Se puede definir la autoestima de diversas formas, pero su contexto continuará siendo el mismo. La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto más alto de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados aspectos buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones. Es nuestro espejo real, el cual nos enseña cómo somos, qué habilidades tenemos, a través de nuestras experiencias y expectativas. Es el resultado de la relación entre el temperamento del niño y el ambiente en el que éste se desarrolla.La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De eso dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción de la felicidad. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se sentirá competente, seguro, y valioso. Entenderá que es importante aprender, y no se sentirá disminuido cuando necesite de ayuda. Será responsable, se comunicará con fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada. Al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias posibilidades ni de las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras personas, y por lo tanto se comportará de una forma más tímida, más crítica, con poca creatividad, lo que en muchos casos le podrá llevar a desarrollar conductas agresivas, y a alejarse de sus compañeros y familiares.
Los hijos se ven a través de la mirada de los padres y su autoestima dependerá, en gran medida de la imagen de él, que tú le trasmitas. Tu misión es hacerle saber lo valioso que es para ti y destacar la importancia del esfuerzo por encima del logro. Se considera que los niños que tienen un fuerte sentido de su propia valía son físicamente más sanos, aprenden y progresan mejor, tienen una mayor tolerancia a la frustración y son más seguros de sí mismos.
La autoestima depende de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros — y en qué medida nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos. Si los padres pasan más tiempo criticando a un hijo que elogiándolo, es difícil que desarrolle una autoestima sana. La autoestima no es una asignatura de un currículum escolar. Pero sí debe ser un espacio jamás ignorado por los padres y profesores. Hay que estar atentos al lado emocional de los niños. Durante la etapa desde el nacimiento a la adolescencia, por su vulnerabilidad y flexibilidad, busca mejorar la autoestima de tu hijo. Todo lo que se consigue en este periodo puede sellar su conducta y su postura hacia la vida, en la edad adulta. Con su ayuda, tendremos a una sociedad sana y una familia que reflejara la imagen de Dios en la Sociedad.