El Matrimonio en la intimidad, tocando la Gloria del Amor

lunes, 27 de diciembre de 2010



Dr. José Linares Cerón


PERU.- ( AGENCIALAVOZ.ORG )Durante estos últimos meses he recibido miles de e-mail, pidiendo que escriba un artículo sobre la intimidad en un matrimonio, sobre la sexualidad de una pareja cristiana. Pienso que mi amigo el Dr. Héctor Zorrilla y su Esposa, pueden ayudar mucho, son especialistas en temas de sexualidad, pero también tengo mi punto de vista pastoral y profesional.




En el plano Espiritual

Los casados deben establecer y mantener un hogar centrado en el Amor de Jesús. Si un matrimonio vive un evangelio completo en sus vidas, la añadidura de amor y ternura no solo se muestran en el respeto de la pareja sino que en la intimidad tocan la gloria de una vida sexual bendecida en todas sus expresiones de la belleza de amar. Además disfrutaran de enormes ventajas sobre otros matrimonios que no tiene una dimensión espiritual. Un buen matrimonio no es aquel en el que reina la perfección, por eso la importancia de capacitarnos siempre sobre estos temas, nos ayudaran a comprender a ser más tolerantes a ser buenos profesionales de ser una pareja prepara para afrontar temas cruciales en el vida matrimonial. Una vida de oración de las parejas es vital, para mantener lo divino en la vida cotidiana, y en la intimidad la recompensa será tocar la gloria del amor, de un matrimonio que se aman y se respetan, y valoran su comunión con Dios en su vida diaria.



En el plano Profesional
Muchos me escriben muy preocupados si es correcto tener sexo con su esposa(o) frecuentemente y otros me consultan ¿Cuál sería la frecuencia ideal, para tener sexo?. La regularidad con la que una pareja haga el amor dependerá de lo que ambos sientan o quieran y también de lo que crean que es lo suficiente y satisfactorio para ellos. Tampoco hay que creer el mito de que cuantas más relaciones sexuales se tengan, la pareja se quiere o se necesita más. Más bien, en muchos casos, la relación llega a un punto que trasciende lo físico y muchos se llegan a complementar más en otros ámbitos. Así, hay parejas que disfrutan más de largas conversaciones durante la noche, de ver una buena película, de idas a conciertos, cines o teatros o de otras actividades que llegan a llenarlos y que completan su amor en el acto físico sexual. También son muy comunes otras conductas (normalmente son caso parejas en plena comunión con Dios) como mantener una excelente vida sexual, y tomarse los días siguientes en actividades religiosas, y de romanticismo, como caminar, reír dialogar etc. Bueno es muy posible que me diga: Que bello, que hermoso, pero mi hogar es un desastre, parece un infierno de dudas y frustraciones. Bueno le aconsejo a tomar en serio el plano espiritual, verá como lo imposible se hace posible a través de la oración.

Una creencia muy común, es que en la vida de casados hay que hacerlo todos los días. Si bien hay personas que sostienen durante un tiempo un ritmo cotidiano, lo común es que no se mantengan relaciones todos los días y, por supuesto, no se debería entender el coito matrimonial como un cumplir con el deber en casa. Cuando hay un desencuentro en el matrimonio en el sentido de que ella un día quiere y él no, o si el varón desea tantas veces y la mujer no tanto, puede deberse a que esa pareja, y esto no es una regla, tiene necesidades distintas. Hay gente que se satisface manteniendo relaciones dos veces por semana, otros haciéndolo cada quince días, para otros alcanza con un fin de semana. Una encuesta reciente daba cuenta de que, en algunos lugares del África, la población negra lo hacía varias veces por jornada; pero lo interesante era ver que, cuando se trasladaban a centros urbanos y cambiaban sus hábitos (alimentación, condiciones de vivienda, mayor estrés), esa frecuencia se reducía de una manera notable. ¡Algunos se quejaban de que no podían hacerlo más de una vez por día!

Pero hay algo cierto que puede hacer que una pareja disminuya la frecuencia de sus relaciones y es el caer en la monotonía, haciendo que en vez de que una relación sea divertida y apasionada, se llegue a convertir en algo tedioso. Para esto la solución es usar al máximo la imaginación en cada encuentro con tu pareja, siempre en mis conferencias les digo a mis alumnos, amar en la intimidad hay que ser un artista, nosotros los hombres debemos a estar a la altura de una excelente vida sexual, que Dios nos dio para amarnos con nuestros cuerpos, por supuesto con inteligencia, nunca dejar el romanticismo en tu vida cotidiana: Pensemos que los encuentros sexuales no son meramente el orgasmo, sino también juegos, caricias, besos, palabras tiernas; usa tu imaginación empieza a dibujar y colorea, tu cuadro intimo como un artista de la belleza de amar a la mujer de tu vida, de tus sueños, el amor de tu vida , tu aire, la existencia de tu vida, nosotros los hombres somos el árbol del jardín y la mujeres son las flores. Si juntara todos los arboles del mundo haría de Él un lápiz, y el mar seria mi tinta, y el universo seria mi papel, escribiría “ Te amo amor”. Por todo lo anterior, pensemos que no hay marcas establecidas que hay que cumplir sí o sí en cuanto a las cantidades o frecuencia coital, si ambos miembros de la pareja, están satisfechos, felices y disfrutando la calidad del encuentro sexual. Recuerde que estamos diseñados para amar con cariño y ternura.